Adolfo Suárez y su vertiente más económica


discurso de investidura en el Congreso  
de los Diputados (marzo de 1979)
Adolfo Suárez González (25 de septiembre de 1932 - 23 de marzo de 2014), duque de Suárez y grande de España, fue un político y abogado español, que fue presidente del Gobierno de España entre los años 1976 y 1981.



Fue una figura clave de la Transición española, dejando atrás el régimen dictatorial de Franco y pasando a formar un sistema democrático. 



Tras ser nombrado en 1976 presidente del Gobierno por el rey Juan Carlos I, Suárez consiguió que se llevaran a cabo diversas medidas que reformaron el sistema franquista, como la autoliquidación de las Cortes franquistas o la legalización de los partidos políticos. 




Suárez era líder de la coalición Unión de Centro Democrático (UCD), cuando fue elegido por segunda vez presidente, por medio esta vez de las urnas, en las elecciones generales de 1977. En 1981 dimitió y creó junto a otros dirigentes de UCD el partido Centro Democrático y Social y fue elegido diputado en Cortes en varias elecciones generales, permaneciendo en la política hasta 1991.

En 2003 como consecuencia de una enfermedad neurológica se retiró de la vida pública y falleció más tarde en 2014 a causa de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.​ Tras su fallecimiento, le fue concedido a título póstumo el collar de la Orden de Carlos III.​


                                                               Los Pactos de la Moncloa

De izquierda a derecha, Enrique Tierno Galván (PSP), Santiago Carrillo (PCE), José María Triginer (FSC), Joan Reventós (PSC), Felipe González (PSOE), Juan Ajuriaguerra (PNV), Adolfo Suárez (UCD), Manuel Fraga (AP), Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) y Miquel Roca (minoría catalana).
EUROPA PRESS

Nada más llegar a al Gobierno, Adolfo Suárez tuvo que hacer frente a una España que sufría una doble crisis; la del petróleo y la de la Transición.

La situación española era la siguiente; en España el 70% de la energía era importada y la crisis del petróleo de 1973 movió el precio del barril desde 1,63 a 14 dólares en doce meses. En 1976 la inflación pasó del 16% a más del 23% un año después, las exportaciones solo cubrían el 45% de las importaciones, y la deuda exterior acumulada entre 1973 y 1977 ascendía a 14.000 millones de dólares. 

Además, a esto le añadimos el alto endeudamiento de las empresas españolas, la fuga de capitales desde los últimos años del franquismo y el paro, que afectaba a 900.000 personas y seguía creciendo.

La preocupación por esta situación económica llevó al Gobierno a elaborar una solución que pusiera de acuerdo a todo el arco parlamentario y que permitiera adoptar una «política de concentración». Esta solución fueron los Pactos de La Moncloa, sellados el 25 de octubre de 1977. 


           Enrique Fuentes Quintana con
           Francisco Fernández Ordóñez
Estos pactos fueron un acuerdo entre todas las fuerzas políticas parlamentarias para arreglar la alarmante situación económica. Es Enrique Fuentes Quintana quien redacta el documento base, haciendo suya una declaración de un político republicano de 1932: «O los demócratas acaban con la crisis económica española o la crisis acaba con la democracia». Una frase que resume bien el gran reto al que se estaban enfrentando.







Durante todo el mes de agosto el Gobierno se reunió con los sindicatos para convencerlos de la necesidad de la moderación salarial para acabar con la inflación. En septiembre Fuentes Quintana discutió con el resto del Gobierno su documento base y en octubre se redactó el texto final con los demás partidos políticos. 

En el fin de semana del 8 y 9 se llevó a cabo un "resumen de trabajo" (así lo llamó Felipe González con el fin de no otorgarle importancia), durante los días siguientes se desarrolló dicho resumen en comisiones especializadas y el 25 de octubre de 1977 los Pactos de la Moncloa fueron firmaron por los representantes de los principales partidos políticos, incluidos Santiago Carrillo y Manuel Fraga.



Estos pactos serían un ambicioso programa reformador que incluía medidas en el terreno político (derechos de asociación política, de reunión, etc) y otro bloque económico (moderación salarial, reforma de la administración, más facilidades para despedir tributaria, etc). Los pactos finalmente fueron aprobados por el Parlamento el día 27.


Las medidas de saneamiento de los Pactos de la Moncloa a corto plazo fueron las siguientes:

  • una política monetaria que frenase la expansión de la masa monetaria,
  • una política presupuestaria que redujera el déficit público,
  • la fijación de un cambio de la peseta realista que redujera la deuda exterior, 
  • obligación de incrementar los salarios en base a la inflación prevista y no a la pasada, con el objetivo de que los salarios no aumentasen más de un 22% como promedio en 1978 respecto a 1977: se pide pues a los trabajadores que no mejoren su nivel de vida durante el respectivo año.
  • Contra el paro se presentaron una serie de normas que permitieran la contratación temporal, sobre todo de jóvenes que no habían accedido nunca a un puesto de trabajo.
Se introdujo un impuesto progresivo sobre la renta, se sentaron las bases de la modernización del sistema financiero, hubo reformas en la Seguridad Social. La aplicación de la política presupuestaria y monetaria permitió en un año rebajar a la mitad la inflación sin que se produjeran pérdidas de poder adquisitivo de los salarios.

En la siguientes imágenes podremos ver el efecto que han tenido los Pactos de la Moncloa:


Suárez explicó la transición a la población española como el reconstruir una casa manteniéndola habitable durante el proceso de cambio de tuberías, paredes, suelos, techos, es decir, la transición fue una obra de ingeniería política y económica complicada, que se llevó a buen término.




Comentarios

Entradas populares

Evolución histórica de Marruecos desde el siglo XIX

Crisis económica española de 1993

La evolución de la desigualdad de ingresos en 100 años de historia